Antes de salir de los Estados Unidos era aprehensivo sobre la programa de voluntario. Yo sé muchas familias con niños que tienen necesidades especiales y todos de los sufrimientos y desafíos en sus vidas. Yo estaba un poco sorprendido a ver la entusiasmo de todos de mis amigos a después de pensar sobre la situación empezó a relajarse. No lo esperaba una bienvenida tan calurosa de todos de los niños y los adultos que viven y trabajan a la Coanil Fundación. Todos los niños estaban muy entusiasmados y querían a mostrarnos sus cuartos y sus juguetes. Me parece que los niños que viven a la fundación son más felices y disfrutan sus vidas mucha más que mucha gente en los Estados Unidos. La experiencia abrió mis ojos totalmente y fue muy gratificante. Yo he aprendido mucho de ellos por ejemplo, a disfrutar la compañía de mis amigos y mi familia, a disfrutar las cosas sencillas en mi vida, y finalmente a dejar de preocuparse tanto.
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