Cuando llegué a Santiago yo estaba muy nervioso sobre la casa y mi familia chilena. Aunque mi familia fue muy agradable y amable. Cada miembro me habló y me ayudó con todas mis preguntas y preocupaciones. Mi mamá chilena me muestro la ciudad de Santiago de Santiago, me ayudó cuando compré mi teléfono celular. Además, durante los noches comíamos todos juntos. Esto es muy diferente en mi familia porque en los Estados Unidos todos tienen presa todo el tiempo. La gente en Chile me parece que disfruta sus vidas mucha más y hacen muchas cosas juntos. Otro cosa que es muy interesante es como todos besan en vez de estrechar sus manos. Me gusta esta costumbre porque es más personal y me siento especial y relacionado con las personas. Mi familia chilena me ha ensañado a disfrutar mi vida. Mi mamá chilena me dijo que es mejor perder un minuto de mi vida en vez de vivir mi vida en un minuto.
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